Cuando pensamos en regiones de vino francesas, seguramente las primeras que lleguen a nuestra cabeza sean Champagne, Bordeaux, Rhône y la Bourgogne. Luego si hemos investigado un poco llegaremos a pensar en el Sudoeste, el Loire y Alsace. No puedo asegurarlo pero me imagino que una de las ultimas regiones de vino francesas en la que pensaremos, si acaso la conocemos de nombre, es Savoie.
Savoie queda en el sur de Jura, muy cerca de la frontera con Suiza. Región sumamente instagramable gracias a su cercanía con los Alpes, que ofician de marco para todas las fotos y los viñedos. A pesar de esto no es una región “montañosa” si la comparamos con Argentina por ejemplo, ya que los viñedos rara vez están por encima de los 500 metros sobre el nivel del mar. Atención, para los franceses sí lo es. Todo se trata de perspectiva. No olvidemos que el macizo que se encuentra al este de Reims en Champagne es conocido como Montagne de Reims (Montana de Reims) y mide la friolera de 286 metros. Para los lectores uruguayos, el cerro Pan de Azúcar en Maldonado tiene 103 metros más.
Las temperaturas anuales son las más bajas que resiste la vid para sobrevivir, pero las horas de sol y la incidencia del mismo permiten que la vid y la industria prosperen. Casi dos tercios de la producción es de vinos blancos y ahora los espumosos, amparados por la creación en 2016 de la AOC Crémant de Savoie, están en boga, ofreciendo siempre una frescura cuasi invernal.
La vid se encuentra en la región desde antes de la llegada de los romanos, quienes encontraron una vid salvaje que llamaron Vitis Allobrogica por la tribu Allobroges que vivía en el área. Se cree que esa uva es actualmente la Mondeuse.
Se trata de una región muy pequeña, algo más de 1700 hectáreas, por lo que obviamente su producción es muy reducida.
Hay 23 uvas autorizadas en la región, así que les voy a comentar solamente sobre las principales. En blancas encontramos Jacquère, con más del 50 por ciento del área plantada, Altesse, Chasselas, Roussane (conocida como Bergeron en la región), Chardonnay, Molette y una uva casi exclusivamente usada para el espumoso como la Gringet. También encontramos algunas hectáreas de Mondeuse Blanche, uno de los progenitores de la Syrah. ¿La otra? Dureza.
En tintas Mondeuse Noire, Gamay, Pinot Noir y Persan.
A la hora de hablar de las Apelaciones de Origen de la región, nos encontramos por fin con una región francesa que simplifico las cosas. Hay una AOC regional que abarca toda la región y todos los tipos de vinos: Vin de Savoie AOC. A diferencia con muchas otras regiones de Francia, si el vino es monovarietal, la uva debe estar citada en la etiqueta. Para los vinos blancos, hay 14 “villages”, que podríamos decir que son sub regiones, que pueden aparecer en la etiqueta si todas las uvas provienen de allí. Para los tintos estos “villages” son solo cinco y son conocidos como “crus”. Si bien los vinos pueden ser monovarietales o blends, aquellos provenientes de los “crus” Arbin y St Jean de la Port son enteramente producidos a partir de Mondeuse Noire.
También existe como comenté Crémant de Savoie AOC, que debe ser producido con un mínimo de 40% de Jacquere y las uvas tintas no pueden sobrepasar el 20% del blend. Luego, si algún bodeguero hace un vino 100% Altesse, puede poner sobre la etiqueta Roussette de Savoie AOC. Frangy, Marestel, Monthoux y Monterminod son los 4 “crus” de esta apelación. Por último hay una AOC más pequeña conocida como Seyssel, cuyos vinos deben ser también 100% Altesse y sus espumosos de Altesse, Molette y Chasselas.
Si conocen a alguien que viene para estas latitudes, no duden en escapar de lo clásico y pedir vinos de regiones que no llegan fácilmente a otros países. Desconozco si encontramos vinos de Savoie en el Río de la Plata pero me jugaría un Crémant que no…