Este año se ha caracterizado en nuestro paìs por la apariciòn de varios nuevos jugadores en el rubro vitivinìcola y tambièn, por la renovaciòn de casacas de varios de ellos. Hace unas semanas hablàbamos del cambio de etiqueta de Casa Grande, hoy es el turno de ir a la zona de Las Brujas, màs especìficamente a bodega Artesana.
A pesar de tener pocos años en el mercado, la bodega ya no necesita de presentaciòn. Su carta diferenciadora es el Zinfandel, siendo las ùnicas que lo producen en Uruguay. Ademàs cuentan con Tannat y Merlot en sus viñedos, dando lugar al que para mì es uno de los mejores blend de nuestro paìs, el doble corte de Tannat-Zinfandel-Merlot. Producen tambièn un grandioso Tannat Rosado (nota de cata aquì) y tintos varietales de sus tres variedades que valen la pena probar.
Pero hoy es el cambio de etiqueta de la lìnea clàsica, es decir en su Zinfandel, Tannat joven (sin barrica) y Tannat rosè fermentado en barrica. Como veràn en la foto que ilustra este artìculo, fue un movimiento jugado, pasando del clàsico pero esteticista negro con la silueta dorada para los tintos y crema con la silueta rojiza para el rosado, a etiquetas de colores pràcticamente flùors.
Me puse en contacto con Analìa Lanzaneo para que, en medio de su apretada agenda, nos pudiera contar un poco màs acerca de estos cambios, que insumieron cinco meses de producciòn junto al artista Sebastiàn Santana.
¿Còmo nace la idea de un cambio tan radical en las etiquetas?
Para diferenciar claramente las dos lìneas de vinos (la lìnea clàsica y la lìnea reserva), educar al consumidor a travès de las mismas (las ilustraciones simbolizan momentos o etapas de la producciòn), salir un poco de lo clàsico que son las etiquetas de vinos, captar un nuevo pùblico, descontracturar un poco màs el consumo de vino y principalmente dar a conocer la regiòn de Las Brujas.
¿Què respuesta esperan en el pùblico?
Aceptaciòn de la nueva lìnea y captaciòn de nuevos consumidores. Nota de autor: como veràn en las fotos, cada uno de los vinos tiene tres etiquetas diferentes, lo cual invita a “coleccionarlas”. Ojalà en nuestro paìs se comience a ver con màs frecuencia etiquetas diferentes para un mismo vino como en este caso.
¿Por què se està dando esta leve tendencia a pasar a etiquetas màs “jugadas”?
En nuestro caso nos gustan los desafìos ademàs de que hace tiempo querìamos innovar en esta lìnea por lo dicho anteriormente.
Desde lejos brindo por estas iniciativas que buscan diversificar la oferta y generar (o cumplir ya a esta altura) con una nueva demanda que busca que el vino sea un todo, màs allà del contenido en sì mismo.